Gomitas de Vitamina, ¿realmente funcionan?

Hoy que es el Día Mundial de la Diabetes, me gustaría compartirles información acerca de un tema del que me preguntan mucho y que como mamá me preocupa, las gomitas de vitaminas.

A estas alturas, mamá que no conozca las gomitas de vitaminas o no se las hayan recomendado, debe considerarse afortunada, ¡parecería que son la solución a todas nuestras preocupaciones de salud de nuestros pequeños! Y sin embargo, la realidad es muy diferente.

Mucha gente piensa que la ingesta de vitaminas puede mejorar la salud por sí misma, o compensar una mala alimentación y entonces recurren a un uso indiscriminado de suplementos sin preocuparse por entender que son solo un complemento. En el caso de los niños, las gomitas masticables parecerían la solución ideal: suaves, agradables a la vista y fáciles de consumir, sin embargo contienen cantidades importantes de azúcares añadidos, además de que pueden no indicar con precisión el contenido nutricional real en su etiqueta.

Son atractivas no solo para los niños, sino también para jóvenes y adultos que encuentran difícil tragar pastillas, o quienes tienen una afición particular por los dulces. Estas gomitas se elaboran comúnmente a partir de gelatina, almidón de maíz, agua, azúcar y colorantes añadidos, con sabores naturales o artificiales.

Pueden incluir varias vitaminas y minerales, o solamente una selección de nutrientes, como vitamina D o calcio.

Sin embargo, a mi parecer, las desventajas de su consumo sobrepasan los posibles beneficios; su sabor tan atractivo proviene de los azúcares añadidos, y hay marcas en las que incluso se encuentran 3 tipos diferentes de azúcares en sus ingredientes; cada gomita tiene 15 calorías que provienen de la exorbitante cantidad de azúcar en cada una: hasta 3 gramos. ¡Eso es una cucharadita de azúcar! ¡En cada gomita!

Como bien lo sabemos ya, el consumo excesivo de azúcares está relacionado con la obesidad, enfermedades cardiacas y caries dentales y su consumo no está recomendado con cantidades de consumo, sino regulado con cantidades máximas posibles. Es decir, no hay una recomendación de consumo de azúcares añadidas, no las necesitamos y no nos aportan nada, al contrario, se recomienda que de consumirlas, se haga solo dentro de unos rangos específicos.

Ahora bien, tal vez pienses que una cucharadita de azúcar añadida no es mucho pero, ¿qué pasa cuando le das a tu hijo dos o tres gomitas porque ‘al fin que son vitaminas y le gustan’, además de agregar azúcares añadidas en forma de jugos, galletas, postres procesados y demás? Te recomiendo hacer lo siguiente: todos los días vierte dos cucharaditas de azúcar en un frasco solo, y al final del mes me dices si te sientes cómoda con que esa sea la cantidad que estás permitiendo que consuma con pretexto de ‘las vitaminas’.

También sucede que en algunas vitaminas de gomita, para reducir las cantidades de azúcares añadidos, algunos fabricantes los cambian por alcoholes de azúcar en su lugar. Incluso si está etiquetada como sin azúcar, es muy probable que contengan alcoholes de azúcar, que se enumeran en la etiqueta, bajo el total de carbohidratos.
El consumo excesivo de alcoholes de azúcar puede provocar diarrea, náuseas, hinchazón y síntomas digestivos en algunas personas, además de que como lo hemos platicado en variedad de ocasiones, muchos años se nos ha repetido hasta el cansancio que son la mejor alternativa al azúcar, incluso hay quien está convencido de que su uso ayuda a adelgazar o al menos a no ganar peso. ¡Esto no es cierto! Su consumo está ligado a un aumento en la absorción del azúcar intestinal y produce cambios en nuestra microbiota, ya que altera el balance de bacterias que se encuentran en nuestro intestino, quienes son encargadas de que contemos con una buena digestión. Los edulcorantes promueven el desarrollo de las especies más dañinas de microbiota, las cuales bloquean la asimilación de los nutrientes, volviéndola deficiente. Y por si fuera poco, su consumo produce secreción de insulina a pesar de no tener azúcar:

Y por último, las gomitas de vitamina pueden contener colorantes artificiales en exceso; algunos colorantes están directamente relacionados en problemas de comportamiento en niños.

Otro problema importante con ellas, es su contenido nutricional; un estudio reciente encontró que el 80% de las vitaminas analizadas no contienen las cantidades de vitaminas y minerales que ostentan en la etiqueta: cuando se tienen que agregar azúcares, colorantes y compuestos de relleno que se requieren para mantener la textura, no se puede incluir tantas vitaminas y minerales en los ingredientes. Por dar un número, un multivitamínico en cápsulas puede incluir hasta 30 nutrientes por porción, mientras que las gomitas no incluyen generalmente más de 10 o 12.

Un conflicto adicional sobre todo en los niños más pequeños, es que el consumo excesivo de vitaminas de gomita los puede poner en riesgo de consumir un exceso de nutrientes, sobre todo si ya se consumen alimentos fortificados, los cuales pueden generar toxicidad; en particular, consumir más de las cantidades recomendadas de vitamina A, D, E y K (liposolubles) es problemático, ya que pueden almacenarse en la grasa y tejidos corporales y en el caso de los niños pequeños, que pueden ver las vitaminas como ‘un dulcecito’, pasarse de la cantidad diaria recomendada es muy fácil. Los niños necesitan menos cantidades de nutrientes que los adultos, y son más susceptibles a la toxicidad de vitaminas y minerales.

¿Y entonces? Mi recomendación es que son totalmente innecesarias, tanto para niños como para adultos. Al normalizar el consumo de azúcares y dulces con el pretexto de estar ingiriendo vitaminas, le damos a nuestro organismo una carga no necesaria de azúcares qué procesar. Existen mejores opciones y más saludables, las cuales siempre tendrán que ser complemento de una alimentación balanceada, basada en alimentos reales.

 

Dejar un comentario

Por favor tenga en cuenta que los comentarios deben ser aprobados antes de ser publicados